Y pienso:
Mierda, cómo le doy a este rubio petiso... Rubio... Petiso.... barbita.... me suena.
Pasa un rato y nos quedamos charlando solos. Y pienso:
Rubio... petiso... barbita.... pinta de skater... habla de sus viajes.... fuma.... se saca el pelo de la cara...
De repente, se ríe. Y lo vi. Lo vi tan claro... el hijo de puta era igual a este pibe antes de su apocalipsis. Igualito. Él seguía hablando de Berlín, del frío, del comunismo... y yo pensaba:
Me quedan 42 días en este país. Tengo 42 días para darle una oportunidad más al petiso, por los buenos tiempos.
Y por lo bueno que está, porque volví a las 5 am de la fiesta y lo stalkeé por facebook. He's back. Ñami.
este es el que se llevó la milanga sobrada al auto???
ResponderEliminarno da candela...no da.
petiso y con remera apretada?? No me parece.
jajajaj noooo!!! nada de milanga sobrada!!! este es el skater que se hace el hippie y vive en barrio norte, el amigo del bombero canadiense. Según lo que vi, se compró remeras acorde a su tamaño. Lo juro.
ResponderEliminarme senti identificado hasta rubio petiso. y algunas veces, barbita tmb
ResponderEliminarq duro. suerte!
gran autoestima, jonás. si te sentiste identificado hasta rubio petiso, entonces te viste representado en el "mierda, cómo le doy a este rubio petiso". estás pisteando como un campeón.
ResponderEliminarvoy a mandar una nota a clarín contando que acá no hay libertad de expresión
ResponderEliminaryo iba a hacer lo mismo, diciendo que me editan mi propio blog... yo no borré tu comentario, querido agustín.
ResponderEliminareso que lo decida la justicia
ResponderEliminarjajajajaja genio
ResponderEliminarno se por que leo esto 20 dias despues pero bue