jueves, 26 de noviembre de 2009

Doña florinda

Los papelones son lo mío. No puedo evitarlo, son cosas que me pasan. Una caída especialmente pelotuda en un colectivo, un resbalón entrando al ascensor de la oficina, una remera puesta al revés. Los moretones me combinan con la ropa y he desarrollado una habilidad especial para las puteadas cuando me golpeo el dedo chiquito. Soy torpe y no lo niego y ya he aprendido a vivir con eso. Ahora, lo del otro día, estuvo demás.

Me subí al 26 y le pedí al señor chofer: "uno diez, por favor". Delante de la máquina expendedora de boletos (de aquí en más "la máquina") había una señora de esas que hacen todo a la velocidad de la evolución. Es decir, muy lento. No sé qué mierda estaba buscando la dama en su cartera gigante, pero la cosa es que yo me aburrí de esperarla y metí mis monedas. Y cuando leo el cartelito "retire boleto" y me dispongo a hacer lo propio, veo que la mujer retira el boleto que está en ese rectángulo iluminado por Satán y se lo lleva. Leí que, claramente, el boleto decía "1.10". O sea, era MÍ boleto.

Comienzan los alaridos: "¡¡¡¡Mi boleto!!!! se llevó mi boleto!!!!!!!". La dama en cuestión ya había empezado a avanzar hacia el fondo del colectivo pidiéndole permiso a cada célula de su cuerpo para ponerse en movimiento. Me mira de reojo mientras intenta no caerse. La señalo con el dedo y continúo: "¡¡¡Se llevó mi boleto!!!!!! mi boleto de la bandejita!!!!" (nótese la seriedad del término "bandejita"). La señora me ignora notoriamente y sigue su vida. Viendo que la vieja se iba a hacer la pelotuda e iba a viajar de arriba con MI boleto (para qué mierda quería yo el boleto....desconozco) me dirijo directamente al conductor, buscando un aliado frente a la injusticia: "¡¡¡¡¡La señora ME ROBÓ mi boleto!!!!!!". El conductor me mira con la cara de hastío y cansancio más expresiva que fue capaz de poner y me dice: "nena, tu boleto está todavía en la máquina. No lo sacaste".

Efectivamente, ahí estaba. La lucecita satánica se había apagado, pero era muy fácil ver el papelito blanco ahí esperando. "Ah..." dije. Agarré el boleto y encaré para el fondo del colectivo. Sí, todos me miraban. Evidentemente había hecho un escándalo. Pensé que lo mejor era que me creyeran una loca desquiciada a una boluda sin remedio, así que saqué pecho, frente en alto y mirada perdida. Creo que tenía los cachetes rojos, pero no me vi. Por suerte mi parada era cerca, por algo había pagado 1.10.

Ah, y el boleto se me cayó.

4 comentarios:

  1. esas cosas hay que seguirlas hasta el final. si te das cuenta que está el boleto ahí, lo agarrás y decís que no es el tuyo. le gritás que le vaya a robar el boleto a su abuela y le das un cachetazo. y te bajas antes de que te cague a trompadas.

    pero lo más importante es que never ever, nunca canalices tu ADC hacia mí por no apoyar tu marca de vacuna grande jajaja bancatelá!

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  2. Apoyamos a agus (aunque no sepamos quien es: amigo, conocido, amante, novio, etc).

    Si ya llamaste la atención más vale que hagas algo hasta el final.

    saludos, seguiremos pasando.

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  3. ganale a esta: Salude al colectivero con un beso

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  4. Yo tuve que pagar una multa porque subio el chancho y a mi se me habia perdido el boleto "porque lo enrolle y lo meti en el agujerito del asiento de adelante... agujerito que no tenia fondo"

    esa fue mi explicacion que causó risa contagiosa de los cuatro de adelante y los cuatro de atras.
    Pero yo una diva eh

    Lucre

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