sábado, 19 de marzo de 2011

te doy hasta que el tercer cerdito se le caiga la casa...

Mi vecino nunca sale a su balcón. Sea un día soleado o se esté lloviendo la vida, nunca asoma la nariz. Con mi hermana lo hemos investigado y pensamos que no es un vecino, sino que son dos vecinos, pero siempre salen de a uno o directamente nunca salen. Sea uno o sean dos: están para darles, hemos llegado a ese acuerdo. No somos unas stalkers delirantes, sino que su balconcito en el sugundo piso prácticamente se mete en el costado de mi terraza. Oh, qué linda la privacidad de la ciudad!!

Como decía, mi(s) vecino(s) nunca sale(n) a su balcón.

Hasta hoy.

Hoy, cuando yo salí a ver qué onda el día, en pijama y con pantuflas de cochinito. Él salió a hablar por teléfono. Y yo salí a avergonzarme.

¡¡Cochinitos, por dios santo!!

4 comentarios:

  1. yo saqué a mi perro despeinado (no el perro, sino yo), en short, ojotas y remera arrugada. obviamente, me crucé con una candidata. no podía ser de otra manera.

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  2. gay o increiblemente tierno???

    no.
    gay... otro más.

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  3. ¿Pantuflas de cochinito? ¿Y qué problema hay? ¿Sos de PETA, vos, ortiba?
    Saludos.

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