sábado, 5 de marzo de 2011

de como NO sirvo para esto...

Interior - sala de break de un mediocre call center - mañana bien temprano

Ella está leyendo el diario que tiene apoyado sobre una de las cuatro mesas redondas que están dispuestas en la sala. No le presta demasiada atención, sino que ojea un poco cada página mientras agarra el mate que le pasa su amiga. Tras las ventanas de la sala, que ocupan toda una pared, el sol de la mañana se asoma atrás de los mugrosos y grises edificios de microcentro. Dentro de la sala, el sonido de la TV sintonizada en TN es lo único que se escucha. De repente, la sala se ilumina por completo, un rayo de luz celestial inunda el lugar. Pero, misteriosamente, el rayo divino no proviene de las ventanas, sino del lado opuesto de la sala: por la puerta que da a un pasillo alfombrado y de paredes blancas, entra ÉL. Él es alto, medio rubio, con barbita. Bermudas y remerita a rallas, zapatillas. El rayo de luz la deja ciega. Cuando la vista regresa a sus ojos sólo puede verlo a él. Y el mate se le enfría en la mano. Él se acerca a la mesa y le habla. Y ella mueve la cabeza como sacudiéndose el aturdimiento. Él le pide el diario, si es que ya terminó de leer. Ella se había olvidado del resto del mundo, pero alcanza a reaccionar y se lo da. Y él lo agarra y por un momento sus manos se rozan y ahora no es sólo luz lo que invade la sala sino un calor intenso, que va a parar todo a las mejillas de ella. Y, finalmente, el diario queda en las manos de él y él se va de la sala. Y con él se va el sol.

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Hace un par de semanas me enamoré de un chico en el trabajo. Pero, PERDIDAMENTE. Esto no tiene nada que ver con sexo, (el tema de la falta del mismo ya fue solucionado, con resultados favorables). Acá hablamos de A.M.O.R. Yo me quiero casar con este pibe. Me quiero casar y comprarme una casa y tener una hipotéca y mellizos.

Hasta ahora lo único que logré fu cruzármelo en los pasillos y en el break. Lo stalkeé un poco y averigüé a qué hora almuerza, y almuerzo a la misma hora. Un par de veces lo saludé y me respondió.

Hoy me lo crucé y justo estornudó. Le dije salud.

Listo, la próxima garchamos.

3 comentarios:

  1. "listo, la próxima garchamos": genial.

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  2. Algunos días me gustaría ser un flaco así, que genere esa clase de reacción en las mujeres. Por suerte no soy una persona depresiva así que no es algo que me limite la existencia, pero la puta madre, que lindo sería.

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  3. No pares hasta tener esa hipoteca, ¡no pares!

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