lunes, 27 de septiembre de 2010

soy como andrea del boca sin los mocos colgando.

Quise flagelarme un rato y creé una lista de reproducción a la que llamé, aumentando el dramatismo, "cerati hasta las lágrimas". Recopilé todos los temas que me generaran emociones por alguna razón. Y no emociones felices. Emociones de mierda: llanto, angustia, tristeza, frustración, desilusión.... Puse play. Los eventos se desarrollaron según lo planeado: mar de lágrimas, carilinas, ardor en la nariz a causa de haber usado tantos pañuelitos, dolor de cabeza... Hasta que me di cuenta que parte de todo el drama venía un poco por el lado de que Gustavo es un vegetal. Y ahí me pareció todo medio morboso y apreté stop. Y dejé de llorar.
Y probé mirando "Big Fish", que siempre funciona. Y venía todo bien, el plan de nuevo en marcha. Más llanto, más sufrimiento. Hasta me até el pelo, para aumentar la imagen de desastre.
Y, de repente, de la nada: me llama. Y me habla durante 40 minutos. De la vida, de la facu, de la banda. Y venía todo regular, tranquilo, nada digno de mención... hasta que así, sin más, arroja un "no sé para qué te llamo, igual... así que....bueno.... chau"
Y ahí se vino el llanto real. Y ya no fue tan divertido.

2 comentarios:

  1. es un soberano imbécil que te llama porque neseita hablar con vos!!!!
    basta de lágrimas por él, más lágrimas por big fish!

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  2. Las vueltas de la vida.

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